Debido al paso natural del tiempo la piel pierde su elasticidad y se produce la flacidez en las diferentes regiones de cuerpo. Los cambios en el peso favorecen el deterioro de las fibras elásticas de la dermis y dan lugar a la presencia de flacidez, con o sin estrías.
La genética, finalmente, influye en que éstos cambios se produzcan de forma más o menos acelerada.
En la región de los muslos la cara interna, debido a tratarse de una piel fina, es propensa a que la piel se descuelgue, especialmente las mujeres. Al caminar se produce un rozamiento de ambos muslos, siendo motivo de buscar una solución.
La única forma de corregir éste problema es mediante el lifting de muslos. Consiste en realizar una incisión por encima del surco inguinal (para que quede oculta) y elevar y reposicionar la piel. El exceso se elimina. Previamente, si existe grasa en exceso se realiza una lipoaspiración en la justa medida. Es una técnica fiable y efectiva.
En los brazos se produce una situación similar. La piel de la región posterior del brazo cuelga hacia abajo. La técnica quirúrgica se denomina braquioplastia. Es importante colocar la cicatriz estratégicamente para que sea lo menos visible posible. Va desde la axila hasta por encima del codo aunque su longitud varia en relación a la magnitud de la flacidez. La liposucción se emplea de forma complementaria.
La única indicación de liposucción como técnica única en brazos o muslos es la existencia de grasa localizada con una piel firme y elástica.
Estas técnicas se realizan bajo anestesia general suave y requieren de 12 a 24 horas de hospitalización. La recuperación se completa en 15 días.
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