EL AUMENTO DE LABIOS CON ACIDO HIALURONICO

La ausencia de volumen en los labios puede suceder por envejecimiento o por causa genética.

Los labios carnosos son un signo de juventud y un rasgo de belleza y atractivo. 

A menudo unos labios atrofiados presentan arrugas verticales (lo que vulgarmente se llama “código de barras”).

El tratamiento de aumento de labios se realiza de forma habitual con ácido hialurónico, que es el relleno más seguro y compatible que existe. Se puede realizar un aumento con grasa propia aunque no es una técnica práctica ya que requiere la extracción de grasa mediante liposucción y la integración de la grasa no es totalmente predecible.

La inyección de ácido hialurónico es una técnica sencilla que se realiza en consulta. Es poco dolorosa ya que el producto lleva anestésico local. Sin embargo, es necesario un sentido artístico para que los resultados sean armónicos y naturales.

Es aconsejable realizar un aumento simétrico del  labio superior y del inferior. A menudo vemos labios superiores desproporcionadamente aumentados con semblante de “pato”. No lo aconsejo;  a menudo produce rechazo social y desprestigia la técnica.

El ácido hialurónico no es un relleno permanente. Su duración en de 12 a 18 meses. Para los labios se recomienda un hialurónico de densidad intermedia. Si se realiza un aumento de pómulos o de mentón o para reducir arrugas profundas se emplea un hialurónico de alta densidad ya que se inyecta en el plano profundo. En caso de realizar un tratamiento para arrugas finas se utiliza un hialurónico de baja densidad, muy fluido; se reabsorbe en menos de un año.

CIRUGIA POSTBARIATRICA: TÉCNICAS PARA EL TRATAMIENTO DE LAS SECUELAS DE LA OBESIDAD

Las estadísticas sobre la incidencia del exceso de peso (sobrepeso y obesidad ) oscilan, en España, entre un 30 y 40 % .

Se habla de “la epidemia del siglo XX” ya que la obesidad supone un serio problema de salud pública, generando elevados costes para tratar las múltiples patologías que ocasiona.

La situación extrema se denomina obesidad mórbida, cuando el índice de masa corporal (IMC) es superior a 40. El IMC se calcula dividiendo el peso y la talla a través de una fórmula. 

Se trata de una enfermedad que disminuye la expectativa de vida causando discapacidad, minusvalía y exclusión social.

El tratamiento de la obesidad es  conseguir perder peso hasta los niveles de la normalidad.

La dieta es el primer tratamiento para perder peso aunque muchas personas no logran el objetivo solo con éste método.

En los casos de obesidad mórbida es preciso recurrir a la cirugía para, mediante diferentes técnicas de modificar los órganos del aparato digestivo ( como la reducción del tamaño del estómago), lograr que la cantidad de alimentos que la persona ingiera sea menor o se consiga inhibir el mecanismo del hambre y tener saciedad.

Cuando se ha logrado perder todo el peso, en ocasiones 40, 50 o más kg. Es cuando se manifiestan las secuelas de éste proceso en el que el cuerpo queda desinflado. La consecuencia es la existencia de sobrantes e piel en todas la regiones del cuerpo (el tronco y las extremidades).

Es aquí donde el cirujano plástico actúa aplicando las técnicas de Cirugía del contorno corporal. Se realiza una planificación de intervenciones en función de cada paciente y de la afectación de cada región. Generalmente, la primera intervención es la abdominoflancoplastia, que elimina toda la flacidez del abdomen, de las caderas o flancos y de la región dorso-lumbar. Seguidamente se realizan  las intervenciones de lifting de muslos y lifting de brazos. La braquioplastia a menudo se efectúa como una intervención extendida al tronco superior corrigiendo la flacidez de las mamas y del torso. Se denomina toraco-mamo-braquioplastia.

Existen múlltiples variantes y posibilidades en función de cada caso. Se trata de intervenciones importantes que se deben realizar por un equipo multidisciplinario y con experiencia.

Los resultados son muy gratificantes.

LA BIOESTIMULACIÓN CON FACTORES DE CRECIMIENTO. UN TRATAMIENTO DE ÚLTIMA GENERACIÓN PARA REJUVENECER NUESTRA PIEL.

Se trata de inyectar debajo de la piel, en la dermis, una substancia que se extrae de unas proteínas purificadas de la propia sangre de la persona.

Se extraen 50 cc. de sangre y se remite la muestra al Laboratorio Regennia situado en el parque Tecnológico Miramon en un recipiente especialmente acondicionado. El laboratorio especializado procesa ésta sangre en condiciones de esterilidad y obtiene una fracción purificada de unas proteínas de alta capacidad regenerativa. En un plazo de 2 a 3 días nos remiten 20 cc. de un plasma rico en proteínas que se inyectan a modo de mesoterapia (micropunciones con agujas muy finas) en la cara. 

Han demostrado eficacia en regenerar el pelo del cuero cabelludo ya que tienen capacidad de hacer “revivir” cabellos y así mejorar la alopecia incipiente.

Este tratamiento viene realizándose de hace más de 5 años especialmente en traumatología en la curación de patologías articulares y también en la curación de heridas relacionadas con la diabetes siendo un tratamiento considerado primordial en múltiples patologías.

Asimismo, es una herramienta de rejuvenecimiento pues revierte los signos del envejecimiento al estimular la regeneración del colágeno subdérmico.

Se trata de un tratamiento sencillo que se realiza en consulta. Son 4 sesiones que se llevan a cabo cada 15 días completando el tratamiento en 2 meses. 

Los resultados se aprecian entre el primer y tercer mes: la piel se densifica, brilla más y se reducen las arrugas.

LOS AVANCES EN LA TÉCNICA DE LA LIPOSUCCIÓN

Desde la década de los 80 en que se comenzó a desarrollar la técnica de la liposucción se han producido avances tecnológicos que han permitido refinar la técnica quirúrgica para extraer la grasa corporal no deseada que se acumula de forma excesiva en algunas localizaciones.

Se denomina también a ésta técnica: lipoaspiración o lipoescultura (término que hace alusión al sentido artístico de remodelar la silueta corporal mediante cánulas).

En los inicios la liposucción consistía en introducir cánulas en el tejido adiposo para extraerla gracias a un equipo de aspiración. Los movimientos de ida y venida que ejercía el cirujano permitían que la grasa fuera aspirada y recogida en un recipiente. En los inicios se empleaban cánulas de 5 a 8 mm.  que hoy se consideran de muy grueso calibre y debido a que extraían mucha grasa en cada golpe a menudo se producían ondulaciones o irregularidades en la piel. Esto, hoy en día, se considera inaceptable.

A finales de los años 90 se introdujo la liposucción ultrasónica o liposucción asistida por ultrasonidos. Debido a las limitaciones de la liposucción tradicional ( a veces denominada  “en frío”) se diseñaron cánulas que emitían ultrasonidos por la punta (calor) que conseguían licuar o derretir la grasa de modo que el cirujano trabaja sin esfuerzo de forma controlada, con cánulas finas, que permiten extraer la grasa de forma suave y uniforme, evitando las irregularidades.

A partir del año 2000 se desarrollaron equipos de vibroliposucción, que mediante un mecanismo de vibración intensa de la cánula se consigue licuar la grasa (a  modo de batido) y extraerla fácilmente.

Finalmente, el lipoláser, consiste en cánulas flexibles finas, que emiten una energía láser que consigue fundir  la grasa. Seguidamente, se extrae la grasa mediante aspiración, con finas cánulas.

Como veis la liposucción hoy en día es una técnica avanzada que permite reducir la grasa indeseada. Cualquiera que sea la técnica empleada los requisitos son que se trate de acumulaciones localizadas de grasa, en una persona sin sobrepeso y una buena calidad de piel, sin que exista flacidez.